Salsa de chiles

La salsa de chiles es un condimento muy popular en la cocina mexicana. Su sabor picante y su intensidad le dan un toque especial a cualquier platillo. Esta salsa es conocida por su versatilidad, ya que se puede utilizar como aderezo, como acompañamiento o como ingrediente principal en diferentes recetas.

Para preparar la salsa de chiles necesitarás los siguientes ingredientes:
- 4 chiles jalapeños
- 2 chiles serranos
- 2 tomates rojos
- 1 cebolla blanca
- 2 dientes de ajo
- 1 manojo de cilantro
- Sal al gusto
- Jugo de limón al gusto

Comienza por lavar y desinfectar los chiles jalapeños y serranos. Luego, córtalos en trozos pequeños y retira las semillas si deseas una salsa menos picante. En una sartén caliente, agrega un poco de aceite y añade los chiles. Cocina a fuego medio durante unos minutos, hasta que los chiles estén ligeramente dorados.

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Mientras tanto, pela los tomates y la cebolla, y pícalos en trozos pequeños. Añádelos a la sartén junto con los chiles y cocina por unos minutos más. Agrega los dientes de ajo picados y continúa cocinando hasta que todos los ingredientes estén suaves y bien mezclados.

Retira la sartén del fuego y deja que la mezcla se enfríe un poco. Luego, transfiere todos los ingredientes a una licuadora o procesadora de alimentos. Agrega el cilantro lavado y desinfectado, la sal y el jugo de limón al gusto. Licúa todo hasta obtener una salsa suave y homogénea.

Una vez lista, puedes servir la salsa de chiles en un recipiente y acompañarla con tacos, quesadillas, nachos o cualquier otro platillo mexicano de tu elección. ¡Disfruta de su sabor picante y delicioso!

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Balance nutricional:
La salsa de chiles es baja en calorías y grasas, lo que la convierte en una opción saludable para condimentar tus comidas. Los chiles son ricos en vitamina C y antioxidantes, que fortalecen el sistema inmunológico y ayudan a combatir los radicales libres. Además, el ajo y la cebolla tienen propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el consumo excesivo de salsa de chiles puede irritar el estómago y causar malestar digestivo en algunas personas.